“Las 7 dimensiones” y qué podemos hacer para ascender de la tercera dimensión a la cuarta.
Hoy hablaremos de 7 dimensiones. Existen más, pero nos vamos a abocar a explicar lo más sencillamente que podamos a estas 7 que son las más cercanas a la dimensión donde nos movemos (la tercera), para saber de dónde venimos y hacia donde nos dirigimos según sean nuestras acciones y sentimientos.
Comencemos entonces:
1- Mineral
2- Vegetal
3- Animal
4- Humana
5- Planetaria
6- Universal Crística
7- Cósmica
Las tres primeras (Mineral, Vegetal y Animal) pertenecen a los reinos inferiores.
Humana:
El hombre en nuestra humanidad se encuentra al final de la tercera dimensión, casi al punto de pasar a la cuarta.
El hombre que llega a ser un ser angélico pertenece a la cuarta dimensión. Los hermanos que nos visitan con sus astronaves son seres de la cuarta dimensión o sea los ángeles que están a su vez al servicio de los Seres de la quinta dimensión (Seres de Luz). Ej. Setun Shenar es el ángel que tutela a Giorgio, es un científico astrofísico, antropólogo y biólogo.
Dimensión Planetaria:
Encontramos al Maestro Jesús y su Madre Miriam en el vértice de esta quinta dimensión, debajo de ellos encontramos a los Arcángeles Solares como por ej. Asthar Sheran (Arcángel Miguel o Jefe Santo).
Cristo Cósmico:
Pertenece a la sexta dimensión.
Dimensión Cósmica:
El Padre Adonay, que es el Monarca de nuestro sistema solar.
Por encima de estas últimas cuatro dimensiones, es decir la Humana, la Planetaria, Universal Crística y la Cósmica está el Espíritu Santo que es la inteligencia Omnicreante.
CÓMO ASCENDER DE TERCERA A CUARTA, CUÁLES SON LOS VALORES QUE ACOMPAÑAN ESTE CAMBIO:
El amor al prójimo nos eleva, nos sutiliza. Cuando dejamos de “mirarnos el ombligo” y tomamos conciencia que todos somos hermanos viviendo en una misma casa que es nuestro planeta Tierra, y decidimos dedicar nuestro tiempo a alguna acción a favor de la vida, estamos trabajando (Aún sin darnos cuenta) para subir un escalón dentro de lo que es la escalera de la ascensión). Esta escalera nos lleva a cruzar la puerta de la tercera dimensión para ingresar a la cuarta. Quién no querría después de escuchar a Silvia atravesar esa puerta?
Podemos trabajar por nuestra cuenta ayudando a otros seres (personas, animales, plantas etc). Otras veces elegimos colaborar con grupos que ya están trabajando de manera organizada, tales como fundaciones, asociaciones, etc TODO ES VÁLIDO PARA SUBIR ESTE PRÓXIMO GRAN ESCALÓN QUE TENEMOS DELANTE!
Hoy los invitamos a sumarse a dos obras que son conocidas por su seriedad y amor al prójimo: la Obra del Padre Mario en González Catán y la Fundación los Niños del Mañana.
Obra del Padre Mario: (Breve reseña de la vida del Padre Mario Pantaleo)
El pequeño Giuseppe Mario nació un 1º de agosto de 1915. El horror de la guerra obligó a una gran cantidad de europeos a buscar una nueva vida en América. Los Pantaleo vendieron su casa y partieron rumbo a la Argentina.En los años ’20 llegaron a nuestro país, más precisamente a la ciudad de Alta Gracia en Córdoba. Sus padres internaron al pequeño Mario como alumno pupilo en un hogar salesiano. Cuando la paz volvió decidieron volver a Italia pero, por alguna razón que se desconoce, lo dejaron a cargo de los hermanos salesianos, Mario sólo tenía seis o siete años. El pequeño Mariolo, como le decía su familiar, dio muestras de su vocación desde muy pequeño. En los jardines del Palazzo Pantaleo había una glorieta y a unos metros de ésta, una mesita de piedra donde el pequeño de sólo 4 años jugaba a ser cura. Su hermana mayor lo encontró una tarde en plena tarea y ocultándose entre los árboles espió la ceremonia. Con una fina y larga tela, el niño cubrió sus hombros alrededor del cuello. En la mesa acomodó minuciosamente un pedazo de pan y una copita con agua sobre una impecable servilleta blanca. Con sus pequeñas manos elevó el pan hacia el cielo, lo mojó en la copita y les dio las migas a las palomas que asistían inocentemente al juego. La hermana, sorprendida, le preguntó: “¿Qué estas haciendo, Mariolo?”, y como respuesta recibió: “Pero… Yo soy un Padre!! “.
Si bien todos los hijos del Señor estamos bajo su constante vigilia, a algunos los elige especialmente para realizar su tarea en este mundo. Y existen muchos testimonios de apariciones y contactos con lo divino que podrían considerarse prueba de ello. El pequeño Giuseppe Mario fue, quizás, uno de esos elegidos.
NUEVAMENTE HACIA ARGENTINA
Ya seminarista de 20 años, Giuseppe Mario decidió conocer a un Sacerdote capuchino muy especial: el Padre Pío de Pietrelcina. Este humilde hombre, recientemente beatificado por el Vaticano, se convirtió en confesor del joven Pantaleo. Entre ellos nació una relación fraternal. Mario encontró en él paz y consejo. Por esto, decidió verlo y consultarlo tantas veces como le fue posible.El 3 de diciembre de 1944, Giuseppe Mario Pantaleo, de 29 años se ordenó sacerdote católico..En 1946, uno de sus superiores le habló a Mario sobre un pedido de sacerdotes que había llegado al Vaticano. El Padre Mario decidió que ése era su destino: sumarse a la tarea de la Iglesia en un país lejano que él ya conocía. Mientras comenzaba a preparar su partida, decidió ver nuevamente al Padre Pío para ponerlo al tanto de su decisión. El capuchino, luego de confesarlo, le dijo: “Ve, hijo mío, estás en tu camino… Tú también has sido elegido para una singular misión… Adiós, hijo, adiós”.
El 4 de marzo de 1948 regresa a la Argentina José Mario Pantaleo, pero en esta oportunidad como Sacerdote. De tanto transitar destinos el padre decide buscarse su lugar en el mundo y con los pocos ahorros que poseía y los muchos sueños que lo acompañaban, logra comprarse un terrenito en el olvidado y lejano pueblo de González Catán. El Padre quería afincarse en este pueblo, pero antes debía obtener el derecho a oficiar misa (incardinación).
Los comentarios sobre sus facultades para realizar curaciones milagrosas le cerraban muchas puertas entre las autoridades eclesiásticas. Mario estaba envuelto en la disyuntiva.
Por momentos pensaba si Argentina era su destino o debía marcharse. Eran tiempos de necesidades extremas. Durante nueve años, además de su trabajo en el Hospital Ferroviario y como Sacerdote asistente de la Iglesia Nuestra Señora del Pilar, Mario Pantaleo dormía en un baño del subsuelo del Hospital Santojanni; donde había logrado ser asistente del Capellán.
A finales de la década del 70, ya teniendo la iglesia, el Padre Mario soñaba con una Obra, que le permitiera llegar a más personas. Así comienza a organizarse y junto a sus colaboradores más cercanos busca plasmar su sueño.
Cuando empieza a construir la Obra, en quien primero piensa es en las madres del barrio que trabajaban fuera de sus casas y que no tenían donde dejar a sus pequeños hijos. Entonces funda el Centro Materno Infantil, que en ese momento se llamaba Guardería del Niñito Jesús. Estos chiquitos eran cuidados por un grupo de señoras que se acercaban para ayudar y quedaban como voluntarias.
Actualmente esta obra creció enormemente gracias al cariño que este HOMBRE con mayúsculas generó en su entorno y entre quienes fueron atendidos por él.
Tiene varios servicios a la comunidad:
1)La Policlínica Cristo Caminante:
Cuenta con 20 consultorios donde se atienden más de 57.000 consultas anuales. Se aplican vacunas y se entregan medicamentos gratuitos, provenientes de donaciones particulares, y del Programa Remediar.La Policlínica es un servicio para la comunidad de González Catán. Funciona desde hace 29 años, acompañando al sistema público de salud. Actualmente resuelve necesidades del entorno barrial con servicios a costos accesibles para la comunidad y con servicios que no siempre se encuentran en otros centros de salud de la zona.
2)En el área de discapacidad:
En todos los Institutos Educativos trabajan por la integración de alumnos con necesidades especiales, siendo pioneros en la zona. Ofrecen formación laboral e integración social para personas con discapacidad intelectual en la Escuela Laboral Santa Inés de González Catán y en los Centros de Día en Ciudad de Buenos Aires y en Santa Fé.
3) Prevención de adicciones mediante la práctica deportiva. Se trata de un espacio educativo que aprovecha la inclinación natural hacia el fútbol (aunque también hay Básquet, Volley, Natación, Handball y Atletismo) capitalizando las habilidades que la práctica de una disciplina deportiva aporta al proceso educativo y de integración. Asisten alrededor de 500 chicos y chicas de diversas localidades de La Matanza.
4) Cuidan a los abuelos! El Centro de Atención para Mayores (CAM), tiene como misión: Brindar una asistencia diurna integral, evitando internaciones prematuras geriátricas y hospitalarias.
• Funciona de lunes a viernes de 8 a 17 hs durante todo el año, con servicios de desayuno, almuerzo y merienda reforzada, con transporte desde sus casas hasta el Centro.Es un centro de referencia para las personas mayores de la zona, ya que también se realizan fiestas y salidas que permiten que la comunidad se acerque y disfruten jornadas recreativas o talleres de educación física, Tai Chi Chuan, etc.
5 ) Construyeron alianzas con otras organizaciones de la comunidad, entre ellas fundaron Red Cimientos, que nuclea a 20 organizaciones comunitarias de la zona. Asisten a la población en distintos proyectos: microemprendimientos, ayuda en la realización de trámites, entrega de ropa acondicionada etc.
6) Padrinazgo: Promueve el sostén económico por parte de un padrino, el intercambio de correspondencia, regalos y experiencias.Cada padrino aporta un valor fijo mensual por chico durante un año. Ese importe cubre parte de los costos de las actividades que realizan los beneficiarios.
Informes: Padre Mario Pantaleo esquina Conde (1759) González Catán, Buenos Aires. Tel.: 02202-434149 interno 113 y 117.
PROGRAMA Nº 15 - UNA VOZ EN EL DESIERTO
by Una Voz en el desierto in
Programa Una Voz en el Desierto.
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